La ocupación del espacio público y la inobservancia de las leyes que regulan el tránsito constituye gran problema para el desenvolvimiento de la vida citadina en la ciudad de Santo Domingo y el Distrito Nacional.Vemos con preocupación como se reduce o obstruye el área reservada para el tránsito peatonal, por estacionamiento en las aceras de automóviles, materiales de construcción , chatarras , locales comerciales, talleres y pequeños mercados improvisados en las calles principales, que obliga al transeunte ocupar las vías exponiéndose a ser embestido por veloces automovilistas.
A esto se agrega, el irrespeto a las luces de los semáforos por parte de choferes desaprensivos, algunos de los cuales conducen distraidos hablando a través de celulares, como si poco les importara la integridad su integridad física, de familiares u otros acompañantes, así como al transeunte.
Para estos irresponsables, la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) a debería aplicarle todo el peso de la reformulada Ley de Tránsito y en caso de reincidencia, cancelarle la licencia de conducir, porque no se debe permitir continúe el caos en ciudades como el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo que deberían ser modelo de organización y civilidad.
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