Considero como muy delicada la situación por la que atraviesa el Partido de la Liberación Dominicana(PLD), de cara a la culminación del proceso eleccionario para escoger su candidato presidencial para las próximas elecciones, que todo parece que será el Presidente Leonel Fernández, aunque no con amplio margen.Por el tono que ha alcanzado el debate y el tipo de enfrentamiento que mantienen el mandatario y su principal oponente, Danilo Medina, todo parece que esa importante organización de nuestro sistema político, ha comenzado a trillar el camino hacia la división.
Todo parece, que se vislumbra una crisis pos-convención en ese partido, especie de tranque, ya que de resultar cerrado el resultado de las votaciones, ambos precandidatos podrían autoprolamarse ganadores, lo que contribuiría a ensombrecer el panorama con mira a la organización del procdeso electoral.
Eso desencadenaría en un tedioso proceso de impugnaciones de resultados parciales de las votaciones, por ante la Junta Central Electoral y de disputas sobre el liderazgo interno de esos dos grandes estrategas de la política dominicana, llegando incluso a la división, lo que sería pernicioso no sólo para el PLD, sino para el país.
Para evitar esa posible escatombe, se impone que la cúpula de ese partido propicie especie de acuerdo entre los tres precandidatos, Fernández, Danilo y José Tomás Pérez, que incluya el respeto de los resultados del escrutinio y el compromiso de trabajar por la preservación de la unidad de la organización.
De manera, que es momento propicio para la reflexión , de los peledeístas retonar el pensamiento y enseñanza de su líder ad-vitan, el fenecido profesor Juan Bosch, a los fines de poder preservar la unidad del PLD, más allá de la convención del 6 de mayo.
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