Jóvenes hambrientos residentes en barrios periféricos al municipio Los Alcarrizos, realizan cacerías de perros y gatos para degustar sus carnes.
El sacrificio de esos caninos y felinos, a obligado a sus propietarios a ponerlos fuera del alcance de los bucaneros de nuevo cuño que proliferan en esa populosa población de la provincia Santo Domingo.
Según las quejas externadas externadas por varios propietarios de gatos y perros sacrificados, de las autoridades no detener la ilegal prática, esas especies desaparecerán muy pronto, allí.
"Mire, periodista, ya por aquí no se ven perros y gatos realengos, porque han idos a parar a los estómagos de unos vagos que han iniciado una casería, dizque para alimentarse.Usted se imagina cónque se han cogido", comentó Francisco Frías Mieses, residente en el barrio La Piña, a quien les comieron un gato.
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