Ha estallado un enfrentamiento por el control del Partido Renacentista Nacional (PRN), entre su presidente y secretario general, lo que ha mermado el trabajo de esa organización que respalda la reelección del presidente Leonel Fernández.
Según la fuente que ofreció la información, entre el doctor AgustÃn Encarnación Montero, presidente de la organización, y José Polanco, secretario general t delegado polÃtico ante la Junta Central Electoral, sólo ha faltado irse a los puños.
El conflicto por la lucha de liderazgo se evidenció hace alrededor de un mes, cuando el PRN proclamó al Presidente Fernández, como su candidato para las próximas elecciones , cuya asamblea fue dirigida por Polanco, a pesar de la oposición del doctor Encarnación Montero, al que incluso se les puso trabas para accesar al recinto donde se llevó a cabo la actividad, el Club de Los Legisladores.
Se atribuye al doctor Montero, el haber descuidado el trabajo a lo interno del partido, luego que fuera designado por el Poder Ejecutivo como director ejecutivo del Consejo Nacional de Población y Familia, lo que habrÃa sido aprovechado por Polanco, para agenciarse mayorÃa en el Comité Ejecutivo del PRN.
Las divergencias ha sido llevadas a las cúpulas del PLD y ante funcionarios del gobierno, entre ellos el secretario administrativo Luis Manuel Bonetti, quien ha estado mediando para buscarle solució de manera que no afecte el proselitismo de ésta organización aliada al Mandatario.
El doctor Encarnación Montero, se ha quejado de lo que ha definido como "estrangulamiento" económico de la institució gubernamental que preside, porque supuestamente el señor Bonetti, estarÃa respaldando polÃticamente a su oponente, el señor José Polanco.
Se espera que las contradicciones entre ambos dirigentes se agudicen a la hora en que la Junta Central Electoral entregue los recursos que corresponden al Partido Renacentista Nacional, con miras a la actual campaña comicial.
El doctor Encarnación Montero, ha tildado de ingrato a Polanco, del cual es compadre, debido a los supuestos favores que les ha hecho y que en cambio lo que ha recibido es "puñaladas trasperas", por lo menos polÃticamente.
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