Un hombre confesó que estranguló su esposa, una maestra residente en Long Island, Nueva York, confirmaron autoridades de ese condado.
Luego de haber “llorado” y mostrarse “muy angustiado” ante los medios, repartir más de 15 volantes para promover una intensa “búsqueda” y decir a la policía que su esposa regresaría más “tarde” a salvo a su casa, un hombre de Long Island, finalmente confesó que estranguló a la mujer en medio de una discusión.
La policía del condado Suffolk comenzó a interrogar el miércoles a William Walsh, esposo de la maestra de Educación Especial Leah Walsh, lo acusó ese mismo día y ayer jueves, el asesino confesó su crimen.
Admitió que la asfixió apretando con todas sus fuerzas la garganta de su mujer y que después de saber que estaba muerta, tiró el cadáver desnudo en una zona boscosa.
El matador pinchó un neumático del carro de la víctima y sacó el aro que dejó abandonado en un trillo del mismo bosque, no se sabe con cuál fin. Según algunas versiones el asesino tenía varias novias lo que generó celos en su esposa y cuando él regresó de casinos y hoteles de Atlantic City, ella le reclamó, lo que originó la discusión.
La pareja se casó hace tres años y no procrearon hijos. Su confesión fue obtenida por la policía tras 15 horas de interrogatorio.
La policía del condado Suffolk comenzó a interrogar el miércoles a William Walsh, esposo de la maestra de Educación Especial Leah Walsh, lo acusó ese mismo día y ayer jueves, el asesino confesó su crimen.
Admitió que la asfixió apretando con todas sus fuerzas la garganta de su mujer y que después de saber que estaba muerta, tiró el cadáver desnudo en una zona boscosa.
El matador pinchó un neumático del carro de la víctima y sacó el aro que dejó abandonado en un trillo del mismo bosque, no se sabe con cuál fin. Según algunas versiones el asesino tenía varias novias lo que generó celos en su esposa y cuando él regresó de casinos y hoteles de Atlantic City, ella le reclamó, lo que originó la discusión.
La pareja se casó hace tres años y no procrearon hijos. Su confesión fue obtenida por la policía tras 15 horas de interrogatorio.
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