El vicepresidente de la República, doctor Rafael Alburquerque, afirmó que para que un proceso de Conciliación Laboral sea exitoso se debe establecer cuáles derechos deben transarse en dicho proceso, que ambas partes estén presentes en la audiencia y que el mismo esté presidido por un verdadero conciliador y que se haga a puertas cerradas.
Alburquerque hizo dicho pronunciamiento en el marco de la celebración del “1ero Foro de Actualización en Materia Laboral”, durante el desarrollo del “Panel Preliminar de la Conciliación en el Código Laboral”, donde el vicepresidente indicó que el Código Laboral vigente tiene sus pros y sus contras que se han visto en la práctica a lo largo de 17 años de ejecución.
Asimismo, Alburquerque planteó que si para eliminar los vicios en que se ha incurrido en el proceso de Conciliación Laboral, se hace necesario propiciar una modificación del actual Código de Trabajo, ello se debe hacer, y entre otras fórmulas planteó la creación de Centros de Conciliación, manejados por verdaderos especialistas, en cada una de las provincias del país.
Tras admitir que el proceso del Conciliación que se adoptó en el Código Laboral del 1992 no ha surtido sus efectos, Alburquerque indicó no obstante, que la Conciliación es un “Preliminar Obligatorios”, tanto en la Conciliación Administración, como en la Judicial, las cuales tienen sus virtudes y defectos.
Citó asimismo, entre los defectos que afectan el proceso de Conciliación, los constantes preenvíos, la no comparencia de las partes, la desnaturalización del papel de los vocales, el hecho de que los jueces no emitan a tiempo el auto de la fijación de las audiencias, así como los obstáculos que ponen los abogados por sus honorarios, ya que son elementos litigantes y actúan en ese sentido.
Estableció asimismo, que aunque no se adopte nueva vez el viejo sistema, se debe buscar una solución intermedia, tras afirmar que: “La Conciliación no va a funcionar hasta que los funcionarios envueltos en dicho proceso no estén debidamente renumerados y capacitados para sus respectivas tareas dentro de dicho proceso”.
De su lado, el Juez de la Cámara Laboral de la Suprema Corte de Justicia, Julio Aníbal Suárez, indicó que el viejo sistema de Conciliación se prestaba más al entendimiento de las partes, ya que el mismo se hacia a puertas cerradas y con el consenso de las partes envueltas y el Juez conciliador, pese a que en dicho sistema ofrecía menos garantía a los trabajadores.
Alburquerque hizo dicho pronunciamiento en el marco de la celebración del “1ero Foro de Actualización en Materia Laboral”, durante el desarrollo del “Panel Preliminar de la Conciliación en el Código Laboral”, donde el vicepresidente indicó que el Código Laboral vigente tiene sus pros y sus contras que se han visto en la práctica a lo largo de 17 años de ejecución.
Asimismo, Alburquerque planteó que si para eliminar los vicios en que se ha incurrido en el proceso de Conciliación Laboral, se hace necesario propiciar una modificación del actual Código de Trabajo, ello se debe hacer, y entre otras fórmulas planteó la creación de Centros de Conciliación, manejados por verdaderos especialistas, en cada una de las provincias del país.
Tras admitir que el proceso del Conciliación que se adoptó en el Código Laboral del 1992 no ha surtido sus efectos, Alburquerque indicó no obstante, que la Conciliación es un “Preliminar Obligatorios”, tanto en la Conciliación Administración, como en la Judicial, las cuales tienen sus virtudes y defectos.
Citó asimismo, entre los defectos que afectan el proceso de Conciliación, los constantes preenvíos, la no comparencia de las partes, la desnaturalización del papel de los vocales, el hecho de que los jueces no emitan a tiempo el auto de la fijación de las audiencias, así como los obstáculos que ponen los abogados por sus honorarios, ya que son elementos litigantes y actúan en ese sentido.
Estableció asimismo, que aunque no se adopte nueva vez el viejo sistema, se debe buscar una solución intermedia, tras afirmar que: “La Conciliación no va a funcionar hasta que los funcionarios envueltos en dicho proceso no estén debidamente renumerados y capacitados para sus respectivas tareas dentro de dicho proceso”.
De su lado, el Juez de la Cámara Laboral de la Suprema Corte de Justicia, Julio Aníbal Suárez, indicó que el viejo sistema de Conciliación se prestaba más al entendimiento de las partes, ya que el mismo se hacia a puertas cerradas y con el consenso de las partes envueltas y el Juez conciliador, pese a que en dicho sistema ofrecía menos garantía a los trabajadores.
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