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EL MALECÓN DE SANTO DOMINGO


Por Enrique Alberto Ramírez/Periodista.
alberari@hotmail.com
La Ciudad de Santo Domingo, Primada de América, tiene como otras ciudades del mundo, un icono que la identifica y yo creo que lo que más asemeja a nuestra ciudad capital es nuestro Malecón, con sus dos imponentes obeliscos, su rompeolas y su extraordinaria visual hacia el Mar Caribe.
En la hermana ciudad de San Juan de Puerto Rico, se perdió ese murallón, cuando las autoridades de ese país cedieron las tierras playeras para fabricar grandes hoteles a todo o largo del litoral, lo que hizo desaparecer su malecón.
Me parece que en las Antillas Mayores solamente en la Ciudad de la Habana, Cuba, y en esta Capital dominicana se observa la majestuosa presencia de un paseo tan hermoso y relajante como lo es un malecón.
Cuando suelo desplazarme por la Avenida George Washington que se complementa con la autopista 30 de mayo, me viene a la mente los desvelos de Don Germán Emilio Ornes, por preservar ese patrimonio nacional, aún de las manos de las propias autoridades locales y nacionales.
Considero que todos los ciudadanos debemos mantenernos vigilantes para evitar que aún las propias autoridades nos vayan quitando nuestro Malecón de Santo Domingo.
Una cosa es limpiar, desarrabalizar, sembrar, iluminar reconstruir aceras, construir parqueos y hasta parques y otra cosa es construir edificaciones, hoteles, restaurantes y otras cimentaciones que afecten la visual hacia el mar caribe.
Ahora el síndico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, muestra su empeño en invertir una importante suma de dinero para rescatar, otra vez el Malecón de Santo Domingo, esfuerzo que debe ser aplaudido por la comunidad, siempre y cuando ello no implique seguir haciendo edificaciones como las construidas en los frentes del Parque Eugenio Maria de Hostos, que interrumpen la visual hacia el Mar Caribe.
El fenecido síndico, doctor José Francisco Peña Gómez, hizo importantes aportes al Malecón como fue la construcción de algunas plazas, como la que honra al Coronel Caamaño Deñó y otras, incluyendo la de Guibia. También la iluminación y el drenaje de la Avenida.
También la administración Municipal del doctor Rafael Suberví Bonilla hizo grandes inversiones en el Malecón, para su iluminación, aceras y contenes y construcciones y remodelaciones de plazas como lo fue la del 30 de Mayo, que recuerda el acto heroico del Ajusticiamiento del Tirano Rafael Leonidas Trujillo.
Creo que al Malecón de Santo Domingo le hace mucha falta la inversión que pueda hacérsele para su embellecimiento y para que se mantenga su esplendor, pero ¡Por Dios! Que no se les ocurra hacer construcciones que nos quiten la divinidad de observar el mar caribe.

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