Muchas familias dominicanas, principalmente de nuestros barrios y campiña, se han vistos precisadas retomar el uso del anafe y el fogón para preparar sus alimentos, debido al encarecimiento del gas licuado de petróleo (GLP).
Para muchos dominicanos, hablar de fogón o del anafe pudiera parecer algo fuera de época, pero lo cierto es que no les han tenido que recurrir a estas herramientas debido al alto costo del importante carburante, cuyo uso que era parte de su cultura.
Por los barrios del Distrito Nacional, Santo Domingo, Santiago y otras de las principales provincias, han reaparecidos los venderos ambulantes de carbón vegetal, y de leña al granel.
Se advierte que el uso a gran escala de leña y carbón contribuirá a la deforestación del país, de las autoridades competentes no adoptar medidas enérgicas para impedirlo.
En recorrido realizado por este redactor por campos del Sur y Suroeste del país, se observó como muchos agricultores se están dedicándose a la tala de árboles para elaborar carbón, al igual que procesando leña seca para su comercialización.
Como la ncesidad tiene cara de hereje, reza el refrán, sería cuesto arriba tener éxito en el combate de esa actividad, es la opinión de algunos que se consideran conocedores de la realidad que se vive en dichas zonas.
Para muchos dominicanos, hablar de fogón o del anafe pudiera parecer algo fuera de época, pero lo cierto es que no les han tenido que recurrir a estas herramientas debido al alto costo del importante carburante, cuyo uso que era parte de su cultura.
Por los barrios del Distrito Nacional, Santo Domingo, Santiago y otras de las principales provincias, han reaparecidos los venderos ambulantes de carbón vegetal, y de leña al granel.
Se advierte que el uso a gran escala de leña y carbón contribuirá a la deforestación del país, de las autoridades competentes no adoptar medidas enérgicas para impedirlo.
En recorrido realizado por este redactor por campos del Sur y Suroeste del país, se observó como muchos agricultores se están dedicándose a la tala de árboles para elaborar carbón, al igual que procesando leña seca para su comercialización.
Como la ncesidad tiene cara de hereje, reza el refrán, sería cuesto arriba tener éxito en el combate de esa actividad, es la opinión de algunos que se consideran conocedores de la realidad que se vive en dichas zonas.
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