La Fundación Justicia y Transparencia (FJT), llama al pueblo dominicano a resistir el alza indiscriminada de la factura eléctrica, como anunciara el gobierno con un incremento de más de un 8% para el mes de junio, lo cual constituye una injusticia incalificable, además de ser un reconocimiento formal del total fracaso de la gestión del Ing. Celso Marranzini, el cual ha exhibido un manejo al servicio de cusas ajenas al bienestar del pueblo.
Trajano Potentini, presidente de Justicia y Transparencia, urgió al gobierno dominicano a asumir con responsabilidad el problema energético, enfrentando los pagos realizados a los generadores por capacidad de producción instalada y no por energía servida, contratos leoninos ofrecidos a productores ineficientes que obstaculizan el desarrollo de las energías alternativas y que mantienen el desarrollo nacional en el oscurantismo.
Además de una intermediación grosera por parte de los denominados “empresarios eléctricos ” que se enriquecen a costa de la pobreza del pueblo dominicano, incluso en un hecho criminal y sin precedentes, fungiendo como intermediarios del Estado para venderle al propio Estado, entre otras barbaridades.
La crisis energética en la República Dominicana ha devenido en un hoyo negro, en un callejón sin salida, que amenaza la gobernabilidad y la paz pública, desnudando una realidad que impone avocarnos a una profunda reflexión, que nos lleve como país, a cuestionarnos si podremos mantener esa estructura corrupta lesiva y dañina, precisando de un de un susidio gubernamental por los márgenes descomunales que supone este negocio, con una rentabilidad superior a cualquiera de las actividades ilícitas registradas en el mundo; en suma tenemos en el país la energía más cara del mundo, con más de un 500 % de diferencia.
Potentini calificó de mezquindad el penalizar al pueblo dominicano con el alza de la factura eléctrica, por un problema indefendible e incosteable, que solo favorece a un sector empresarial, que mantiene la comercialización energética secuestrada ante la mirada inerte de un gobierno que ha olvidado su función esencial de procurar bienestar para las grandes mayorías.
La FJT deploró que al día de hoy en el continente americano solamente en Haití, Cuba y República Dominicana persistan apagones, al tiempo de suscribir las preocupaciones del embajador norteamericano en el país, al calificar al problema energético como uno de los grandes males que padecen la sociedad dominicana.
Trajano Potentini, presidente de Justicia y Transparencia, urgió al gobierno dominicano a asumir con responsabilidad el problema energético, enfrentando los pagos realizados a los generadores por capacidad de producción instalada y no por energía servida, contratos leoninos ofrecidos a productores ineficientes que obstaculizan el desarrollo de las energías alternativas y que mantienen el desarrollo nacional en el oscurantismo.
Además de una intermediación grosera por parte de los denominados “empresarios eléctricos ” que se enriquecen a costa de la pobreza del pueblo dominicano, incluso en un hecho criminal y sin precedentes, fungiendo como intermediarios del Estado para venderle al propio Estado, entre otras barbaridades.
La crisis energética en la República Dominicana ha devenido en un hoyo negro, en un callejón sin salida, que amenaza la gobernabilidad y la paz pública, desnudando una realidad que impone avocarnos a una profunda reflexión, que nos lleve como país, a cuestionarnos si podremos mantener esa estructura corrupta lesiva y dañina, precisando de un de un susidio gubernamental por los márgenes descomunales que supone este negocio, con una rentabilidad superior a cualquiera de las actividades ilícitas registradas en el mundo; en suma tenemos en el país la energía más cara del mundo, con más de un 500 % de diferencia.
Potentini calificó de mezquindad el penalizar al pueblo dominicano con el alza de la factura eléctrica, por un problema indefendible e incosteable, que solo favorece a un sector empresarial, que mantiene la comercialización energética secuestrada ante la mirada inerte de un gobierno que ha olvidado su función esencial de procurar bienestar para las grandes mayorías.
La FJT deploró que al día de hoy en el continente americano solamente en Haití, Cuba y República Dominicana persistan apagones, al tiempo de suscribir las preocupaciones del embajador norteamericano en el país, al calificar al problema energético como uno de los grandes males que padecen la sociedad dominicana.
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