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¨AY CARAJO, YO FIRME

Luis José Chávez
Me lo contó el doctor Felix Antonio Cruz Jiminián, promotor de la campaña del millón de firmas por la no violencia contra la mujer en la comunidad de Cristo Rey. Un pariente suyo que estuvo entre los firmantes del manifiesto masculino durante la jornada del viernes 25 de noviembre, día internacional de la no violencia contra la mujer, lo llamó al día siguiente para contarle una historia simpática.
Resulta que cuando él llegó a su casa, la mujer le reclamó de mala manera por su ausencia durante una buena parte del día, y talvez -especulo yo- porque se habría tomado un par de tragos por ahí. De acuerdo a su versión, ella intentó manotearlo en un aparente arranque de celos.
Según le narró al doctor Cruz Jiminián, su reacción normal habría sido defenderse por la misma vía, y de hecho lo intentó, pero cuando se disponía a responder a la acción agresiva de su compañera un pensamiento le cruzó por la cabeza: “¡hay carajo, yo firmé!”. Es decir, recordó que se había comprometido a no ejercer violencia contra ninguna mujer.
El doctor Cruz Jiminián está convencido de que el acto consciente de firmar el compromiso de no violencia contra la mujer, funcionó como un freno a la posible reacción violenta de su pariente.
Yo comparto esta opinión. El solo hecho de que los hombres reflexionemos sobre nuestra responsabilidad en la violencia de género puede ser un primer paso importante, pero si además asumimos el compromiso de no maltratar a nuestras compañeras entonces hay razones para pensar que estamos en camino de un cambio de mayor dimensión.
Ese es precisamente el doble propósito de la campaña del millón de firmas por la no violencia contra la mujer. Primero que el hombre dominicano haga conciencia de que es parte fundamental del problema; y segundo, que exprese o reafirme su disposición de cambiar.
La idea es que el hombre reflexione antes de cometer un acto de violencia intrafamiliar, y no después. Que haga lo mismo que hizo el pariente del doctor Cruz Jiminián cuando frenó oportunamente el impulso de golpear a su compañera. Estamos obligados a borrar las estadísticas que nos identifican como el país de América con mayor cantidad de feminicidios, dos veces más que el promedio de todo el continente, y cinco veces más que en Europa. Comencemos a cambiar.
Para integrarse a la campaña del millón de firmas por la no violencia, escribir al correo: unmillonporlanoviolencia@gmail.com (martes 29 de noviembre, 2011).

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