El
Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA),
José Miguel Insulza, dijo hoy que la democracia en América
Latina vive un buen momento si se la compara con el pasado reciente,
pero advirtió que aún adolece de defectos y persisten los desafíos,
durante una conferencia magistral que realizó en la Universidad Central
de Chile, en Santiago, con motivo del inicio del
año académico 2014.
En
su discurso, el Secretario General Insulza habló sobre democracia,
participación y derechos sociales en América Latina. “Lo
primero que debo decir es que la democracia goza, en general, de buena
salud en nuestro continente.
Desde luego tiene aún muchos defectos, y
enfrenta también desafíos importantes. Pero no hay que olvidar que esta
condición democrática se vive más plenamente
en nuestra región desde hace apenas unas tres décadas”, afirmó. Destacó
entre los retos, “como los más acuciantes, la desigualdad, la exclusión
social, la inseguridad pública y el deterioro ambiental, que hace mucho
dejaron de ser amenazas para convertirse
en dramáticas realidades”.
Por
su parte, el Rector de la Universidad Central de Chile, Rafel Rosell
Aiquel, al saludar su presencia, sostuvo que la institución
que dirige fue fundada en los principios de libertad de cátedra,
libertad de pensamiento y compromiso con la sociedad, e indicó que en la
actualidad se encuentra en un dinámico proceso de internacionalización
académica.
En este sentido manifestó su interés
de trabajar con la OEA en programas de intercambio a nivel estudiantil.
“Estamos disponibles para recibir estudiantes de todos los países de la
Organización, y de enviar a nuestros estudiantes al extranjero”,
aseguró.
Al
iniciar su conferencia, el Secretario General Insulza consideró que “la
pregunta que debemos hacernos, en consecuencia, es
si la democracia que hemos alcanzado, particularmente la que tenemos
hoy en América Latina y el Caribe, alcanza para ayudarnos a superar esos
problemas. Mi respuesta es no”.
El máximo representante de la OEA
sostuvo que la exigencia democrática de hoy en día
es mucho mayor que la que existía hace un siglo.
“Todos tenemos claro
hoy que una democracia no se construye exclusivamente con el ejercicio
del voto, y que las elecciones libres y participativas son un componente
fundamental, pero no suficiente”, indicó.
Existe una segunda dimensión, prosiguió, que es “el pleno ejercicio de
los derechos que la ciudadanía confiere a todos los hombres y mujeres
que habitan un país democrático”.
“Ser ciudadano ya no significa
solamente elegir gobernantes y gozar de su protección.
Significa también tener derechos humanos, que el Estado se obliga a
respetar y hacer respetar: el derecho a la vida, a la libertad, a la
seguridad, la libertad de expresión, de reunión, de asociación, junto a
otros derechos civiles y el derecho a conocer,
debatir y participar de las decisiones de la autoridad, son hoy también
inherentes a la democracia”, puntualizó.
0 Comentarios