Con niños en brazos salían despavoridos tras la llegada de equipos
pesados con la encomienda de derribar las viviendas, otros se resistían
haber perdido todo lo invertido por años.
El señor Carlos Manuel Ogando, fue uno de los afectados dice tener un
año y medio residiendo en el sector, este fue apresado por agentes
policiales por exigir que no le destruyeran su humilde casa.
Adalberto de la cruz manifestó que fue muy difícil ver cómo le
derribaban su casa, la cual fue reconstruida hace tres años
supuestamente por la Fundación un Techo para mi País.
Residentes explican que llegaron a estos terrenos porque no tenían
donde vivir, otros aseguran que compraron y que solo le faltaba un
procedimiento que debió ejecutar El Consejo Estatal del Azúcar (CEA).
Algunas de estas familias dicen haber pagado dos mil pesos al CEA
como solicitud de tasación, la cual quedo pendiente. Expresan que no
fueron notificados del desalojo.
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