SAO PAULO, Brasil.- El instituto que dirige
el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva denunció hoy que
este jueves por la noche su sede fue objeto de “un ataque político con
un artefacto explosivo”, en el que “felizmente no hubo heridos”.
“El
objeto fue lanzado contra el edificio del Instituto desde un
automóvil”, dice una nota divulgada por la entidad, fundada en 2012 por
el exmandatario tras concluir su segundo mandato.
La nota no aclara si el artefacto causó daños materiales y
dice que el asunto ya ha sido denunciado a los organismos policiales de
la ciudad de Sao Paulo, a los responsables de seguridad del estado del
mismo nombre y al Ministerio de Justicia.
El comunicado, de sólo dos párrafos, agrega que el Instituto Lula “espera que los responsables sean identificados y castigados”.Según medios locales, el artefacto era de escaso poder
explosivo, pero causó algunos daños en una de las puertas de aluminio
que tiene el instituto, situado en el barrio paulista de Ipiranga.
El hecho ocurrió en momentos en que Brasil está sumido en
una grave crisis política, derivada de las investigaciones por un vasto
escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, que han
salpicado a decenas de grandes empresarios y a medio centenar de
políticos.
Entre los políticos investigados figuran dirigentes del
Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula en 1980 y al que
también pertenece la actual presidenta del país, Dilma Rousseff.
Lula no aparece en esa extensa lista, pero aún así un fiscal
del Ministerio Público abrió hace diez días una investigación para
determinar si incurrió en el delito de tráfico de influencias al
promover en el exterior a empresas investigadas por la corrupción en la
petrolera estatal.
Frente a esa acción, los abogados del exmandatario exigieron
al Ministerio Público que investigue al fiscal Valtan Timbó Mendes
Furtado, autor de esa iniciativa, por darle curso a un caso “sin ningún
indicio de crimen”, “ignorar el derecho a la defensa” y unas supuestas
irregularidades en la conducción del proceso.
El Ministerio Público aceptó iniciar un proceso
disciplinario contra el fiscal, pero se abstuvo de suspender el proceso
abierto contra el expresidente.
En esa acción, Lula es investigado por supuestamente influir
en el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES),
después de concluir su mandato, para que financiara diversas obras de la
constructora Odebrecht en países latinoamericanos y africanos.
Según la Fiscalía, tras dejar la Presidencia en enero de
2011, Lula hizo viajes a Panamá, Venezuela, República Dominicana y Ghana
costeados por Odebrecht, que forma parte de la veintena de empresas
privadas vinculadas a las corruptelas en Petrobras.El expresidente ha justificado el dinero recibido de esa
compañía como parte de los honorarios acordados por su participación en
diversas conferencias.
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