Por Ramón Mercedes
PENSILVANIA.- Cosmo DiNardo, de 20 años, se declaró este martes culpable de asesinar cuatro jóvenes la semana pasada en el condado de Bucks, al norte de Pensilvania, donde residen cientos de dominicanos, para evitar ser sentenciado a la pena de muerte, luego de ser acusado de homicidio en primer grado.
Las victimas son Jimi Tar Patrick, de 19 años, Dean Finocchiaro, de 18, Mark Sturgis, de 22, y Tom Meo, de 21, y según declarara una persona en condición de anonimato a la agencia Prensa Asociada, fueron asesinados y sus cuerpos quemados en una granja de la familia de DiNardo, porque éste se sintió amenazado y engañado en tres transaciones de drogas.
La persona con conocimiento de la confesión dijo que uno de los hombres fue asesinado el cinco de julio y los otros tres el día siete.
La ciudad donde ocurrieron los crímenes posee unos 650 mil habitantes, es el cuarto condado más populoso de Pensilvania y el 98 en los Estados Unidos.
DiNardo se convirtió en sospecho número uno de las crímenes y primero fue detenido por cargos relacionados por posesión de armas; su padre pagó 100 mil dólares de fianza para ponerlo en libertad.
Luego trató de vender los autos de dos de los asesinados, apareciendo los mismos en la propiedad de sus padres.
Perros entrenados condujeron a las pesquisas en el predio de 36 hectáreas en Solebury Township, donde encontraron los restos de los jóvenes desaparecidos en una fosa común de 12 pies de profundidad, dijo el fiscal Matthew Weintraub. El FBI se involucró en las investigaciones del caso.
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