POR LUIS D. SANTAMARIA
El autor es periodista. Reside en Monte Plata.
La República
Dominicana es un país en que la mayoría de los que incursionan en las
actividades políticas son unos cleptómanos que luchan por llegar al poder con
la finalidad expresa de poder apropiarse descaradamente de los recursos del
Estado.
Y los ejemplos está ahí latentes de personas de extracción humildes, es decir
unos pobres diablos que a través de las actividades política han llegados a
ocupar cargos de importancia en la administración pública y de buena a primera
exhiben dinero en cantidades que no pueden justificar.
Es decir, que se han hecho millonarios de la noche a la mañana a su paso por la
administración pública, lo que demuestra claramente que son unos cleptómanos
que le gusta apropiarse de lo que no es de ellos porque los recursos del
Estados es un patrimonio del pueblo y nadie tiene derecho a apropiarse de
ellos.
Nadie, pero nadie, absolutamente nadie tiene derecho de apropiarse en beneficio propio de los
recursos del pueblo y ese postulado en este país parece que no tiene
importancia porque el hecho que desde el Estado se pretenda proteger a los
políticos corruptos es una felonía.
La lucha en contra de la corrupción e impunidad debe ser un hecho, no de
palabras y a los políticos cleptómanos que le gusta apropiarse indebidamente de
los recursos del Estado, la sociedad debe comenzar a rechazarlos de plano para
ver si logramos enderezar el camino torcido que lleva este país.
No es fortuito el hecho de que organismos internacionales de prestigio que
luchan en contra de la corrupción coloque la República Dominicana en lugares
cimeros en el ranking mundial como uno de los países más más corruptos.
Esa mala imagen del país se la han proporcionado los políticos cleptómanos que
van a los cargos públicos a coger lo que no es suyo, es decir disponen de los
recursos económicos que les ponen a administrar y lamentablemente no cumplen correctamente con
su responsabilidad.
No me digan que es una exageración mía llamarles cleptómanos a los políticos
que son señalados por el rumor público de haberse hecho millonarios de la noche
a la mañana con los recursos del Estado porque esa es una verdad tan grande que
no admite dudas.
Si no se
pone freno a la corrupción e impunidad en el país no se sabe lo que pueda
suceder porque definitivamente el pueblo se está cansando y podría recurrir a
la violencia si desde el poder no se buscan paliativos que permitan sancionar
ejemplarizadoramente a los corruptos.
0 Comentarios