POR
LUIS D. SANTAMARIA
(El
autor es periodista. Reside en Monte Plata)
El Gobierno del presidente Danilo Medina tiene por delante un gran reto
si quiere mejorar sustancialmente las condiciones de vida del dominicano,
abaratando el precio del Gas Licuado de Petróleo (GLP), combustible que incide
ampliamente en las actividades cotidianas de los sectores más pobres del país.
No es
posible que se le siga cargando el dado a los sectores más vulnerables vendiéndole el GLP a un precio que se ha convertido prácticamente prohibitivo
para la mayoría de los dominicanos que utilizan diariamente este combustible
como paliativo a los elevados costos de producción en sus actividades.
El Gobierno
tiene necesariamente que sincerar el precio del GLP para que llegue a la
población mayoritaria que utiliza ese
combustible como prioritario más asequible y por ende contribuya a mejorar las importantes condiciones de vida
de un amplio segmento de la población dominicana.
Venderle a
la población un galón de GLP a razón de RD$118.00 es un robo que contribuye a
desestabilizar el presupuesto familiar y eso hay que detenerlo liberalizando
ese combustible de los odiosos impuestos
a que está siendo gravado.
El
sindicalista Juan Hubieres, presidente de la Federación Nacional de Transporte
La Nueva Opción (FENATRANO) ha denunciado que en el proceso de comercialización
del GLP existe una gran mafia que impide
que el carburante llegue a precio asequible al consumidor.
El gobierno
está en la obligación de buscarle una solución al problema y evitar que el
pueblo siga siendo estafado con el precio del GLP como ha estado sucediendo en
el país perjudicando grandemente la economía
de los pobres en la República Dominicana.
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