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Senador Barahona felicita comunidades celebran fiestas patronales en honor a Vvirgen La Altagracia


BARAHONA.- El  senador Eddy Mateo Vásquez, felicitó a las comunidades del País que están celebrando sus fiestas patronales en  honor a la virgen Nuestra Señora de La Altagracia.
Mateo Vásquez señaló que entre las comunidades que esta de fiestas se encuentran San José de Ocoa, Arroyo Hondo, en Baní, Cabrera en María Trinidad Sánchez, Castañuelas en Montecristi, Pedernales, La Victoria en el Distrito Nacional, Villa Altagracia en San Cristóbal, Nagua en
María Trinidad Sánchez.
Además de  Las Yayas en Azua, Río Arriba en Peravia, Monte Plata, Nizao en Peravia, Acosta  en Samaná, La Montería  en Peravia, Paraíso, La Guázara y Palo Alto  en Barahona, La Colonia en Oviedo, El Jobo en Tamayo entre otros.
“exhortamos a todos los habitantes de estas comunidades que están de fiestas patronales celebrarla en armonía, paz,  tranquilidad y sobre todo destacar el fervor religioso” manifestó  el congresista.
La celebración  el 21 de  Enero del día de  Nuestra Señora de La Altagracia o Virgen de la Altagracia, es la festividad religiosa y popular más difundida en el país.
A la Patrona del Pueblo Dominicano, en la Basílica de Higüey, dedican fiestas desde el día 12 de enero con novenas, culminando con misas, rezos, cantos, peticiones y aclamaciones, sobre todo, una
peregrinación hacia Higüey acompañada de salves y toque de atabales,la celebración del culto popular se realiza a nivel nacional La Virgen de la Altagracia es la Protectora del Pueblo Dominicano, su devoción, por parte de la población católica, se inició en el país durante el período colonial, de donde pasó a otras regiones de América.
 El 12 de mayo de 1512 es erigida en parroquia la villa de Salvaleón de Higuey por el obispo de Santo Domingo, García Padilla. Para esa época, se instalaron en Higuey los hermanos Alonso y Antonio de Trejo, naturales de Placencia, en Extremadura, España, quienes fundaron un trapiche para producir azúcar. Al mudarse estos hermanos a la villa de Higüey, trajeron consigo la imagen de la Virgen de la Altagracia y, más tarde, la ofrecieron a la parroquia para que todos pudieran
venerarla.

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