Mi observatorio:
POR LUIS
D. SANTAMARIA
El autor
es periodista. Reside en Monte Plata
Lamentable
el hecho de que el presidente Danilo Medina haya sido sorprendido en su buena fe
por Ãntimos, cercanos y confiables colaboradores que les hicieron firmar un
decreto en el cual se designaban a dos, yo dirÃa que dos delincuentes, en
funciones públicas.
Que
vergüenza caramba el hecho de que al jefe del Estado lo hayan puesto a firmar
un decreto donde el dirigente polÃtico Andrés Boció Fortuna fue nombrado como
cónsul en Ansé-a-Pitre, HaitÃ, mediante el decreto 79-18 publicado este lunes
19 de febrero de 2018.
![Resultado de imagen para presidente danilo medina](http://eldia.com.do/wp-content/uploads/2015/11/4_Nacionales_12_03p01.jpg)
Este
funesto personaje a que nos referimoshabÃa sido acusado en ocasiones anteriores
de traficar con ilegales indocumentados desde el vecino Haiti hacia República
Dominicana, además de haber sido acusado por la justicia dominicana de estafa.
En
2007, cuando ocupaba funciones consulares en HaitÃ, Andrés Boció Fortuna fue
cancelado a raÃz de una investigación del Ministerio de Relaciones Exteriores
de la República Dominicana. Este hecho ocurrió durante el gobierno del
presidente Leonel Fernández.
Posteriormente,
en 2014, de nuevo fue nombrado en asuntos consulares en HaitÃ, y en esa ocasión salió a la luz pública sus acciones ilegales que
les acarrearÃan problemas con la
justicia de los cuales no se ha podido librar hasta el momento de su fallida
designación.
El
polÃtico y funcionario se defendió argumentando que no tenÃa ninguna cola que
le pisaran ni habÃa acumulado riqueza de origen turbio como creyendo que podrÃa
burlarse del pueblo confundiendo a los ingenuos que acertadamente son muy pocos
los que quedan en esta media isla.
Que
más se puede decir de este bochornoso hecho de que al mandatario sus cercanos
colaboradores abusando de su buena fe lo
pusieron a formar involuntariamente un
decreto con el que no estaba de acuerdo como lo demuestra el hecho de que
rápidamente fue refrendado.
Lamentablemente
asà de desordenado marcha el paÃs ante la vista
indiferente de los sectores llamados a
servir de contrapeso al gobierno
para que la democracia pueda funcionar a toda capacidad.
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