WASHINGTON .-Inflexible ante las advertencias de los republicanos sobre una guerra comercial, el presidente Donald Trump ordenĂ³ este jueves elevados aranceles a las importaciones de acero y aluminio, y prometiĂ³ luchar contra “un ataque a nuestro paĂs” por parte de los competidores extranjeros. El mandatario dijo que exentarĂ¡ a MĂ©xico y CanadĂ¡ durante la negociaciĂ³n de cambios al Tratado de Libre Comercio de AmĂ©rica del Norte (TLCAN).
Los nuevos aranceles entrarĂ¡n en vigor en 15 dĂas, mientras que MĂ©xico y CanadĂ¡ quedarĂ¡n exentos de manera indefinida “para ver si podemos llegar a un acuerdo”, comentĂ³ Trump. Se prevĂ© que las renegociaciones del TLCAN se retomen a principios del prĂ³ximo mes.
“La industria estadounidense del aluminio y el acero ha quedado devastada por las agresivas prĂ¡cticas comerciales extranjeras. Realmente es un ataque a nuestro paĂs. Ha sido un ataque”, dijo Trump en la Casa Blanca. El presidente estuvo acompañado por trabajadores de la industria del acero y el aluminio que sostenĂan sus cascos blancos.
Los trabajadores estadounidenses del acero y el aluminio han sido traicionados desde hace tiempo, pero “esa traiciĂ³n ya terminĂ³”, comentĂ³ Trump. El ex empresario de bienes raĂces dijo que durante muchos años los polĂticos han lamentado el declive de esas industrias, pero nadie estaba dispuesto a tomar acciones.
Como lo indicĂ³ previamente, Trump dijo que impondrĂ¡ aranceles del 25% a la importaciĂ³n de acero y 10% al aluminio. Pero horas antes dijo durante una reuniĂ³n de gabinete que las sanciones “tendrĂan derecho a aumentar o disminuir dependiendo del paĂs, y tengo el derecho de añadir o eliminar paĂses. Solo quiero justicia”.
En tanto, lĂderes empresariales siguen expresando su preocupaciĂ³n sobre las potenciales consecuencias econĂ³micas a raĂz de los aranceles, y el presidente y director general de la CĂ¡mara de Comercio de Estados Unidos planteĂ³ la posibilidad de que se desate una guerra comercial a nivel global. Ese escenario, dijo Tom Donahue, pondrĂa en peligro el impulso econĂ³mico generado por los recortes fiscales aprobados por los republicanos, y la reducciĂ³n de regulaciones que ordenĂ³ el mandatario.
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