Por Leoncio Bautista
(Editor de El Informador Dominicano.Com )
Consideramos entre las principales debilidades de que adolece las redes sociales, lo constituye la difusión de informaciones falsas, publicaciones de vídeos y fotografías de acontecimientos sangrientos, en la mayoría de las veces en procura de despertar el morbo en los receptores de esas banalidades que tanto daño hacen al aspecto emocional, principalmente de niños y adolescentes que con facilidad acceden a los medios virtuales.
Recurriendo a un derecho que les asiste , muchos ciudadanos y ciudadanas sin los debidos criterios en materia comunicacional incursionan en las redes sociales, a través de portales a través de Blogger, Facebook, twiter y de otras plataformas digitales, audefiniéndose como periodistas o reporteros, ejercicio que redunda en detrimento de la calidad profesional que requiere ese ejercicio.
Muchas de las informaciones que esos profanos del periodismo están basadas en rumores y especulaciones en torno a muertes de celebridades, incluidos artistas, funcionarios, cineastas, científicos, mandatarios, diplomáticos, religiosos y otros ciudadanos.También proliferan en las redes hechos noticiosos en base a montajes ocurrido en otros países, presentándolo como que se produjeron en la República Dominicana.
También , en violación a preceptos legales, estos personajes publican epítetos denigrantes contra determinadas figuras del ámbito político, incluido el Presidente y la Vicepresidente de la República, lo que obviamente es inaceptable, independientemente de las diferencias políticas que el emisor pudiese tener con esos servidores públicos.
Ese mal de fondo, no se limita a las redes sociales, sino que a través de programas radiales y televisivos, se incurre en difamación e injurias , proveniente, incluso de profesionales de la comunicación que obviamente conocen las implicaciones que eso implica en el orden legal.
De manera pues, entendemos que el auge de interacción a través de las redes ha tenido un impacto trascendente en el comportamiento del ciudadano, pero no es menos cierto, que debe interactuarse con el debido criterio de responsabilidad, comenzando por aquellos que se consideran profesionales de la comunidad, que en ocasiones se comportan iguales que los denominados con el mote de picas-picas, o sea vividores del periodismo.
Apunte:
He de recordar que existe una ley que norma el ejercicio del periodismo en el país, que contempla que para una persona sea considerada profesional del área debe posee un título universitario y pertenecer al Colegio Dominicano de Periodistas.La Ley 6132, sobre el derecho del ciudadano a la libre expresión del pensamiento, al que con frecuencia se apela, también contiene la aplicación de sanciones penales y penalidades económicas para quienes incurren en difamación e injuria , en el entendido que nadie tiene derecho a denigrar a la persona, desde el Presidente, el Vicepresidente o Vicepresidenta y sus familias.
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