REPÚBLICA DOMINICANA.-Organizaciones de la sociedad civil se sumaron al Paro Internacional de Mujeres, al conmemorarse este viernes el “Día Internacional de la Mujer”, para demanda el cese de la violencia social, legal, política, moral y verbal que sufren las mujeres en el país.
La actividad realizada en el Parque Independencia, sumó a varias representantes de organizaciones de mujeres y feministas, que exigen a una voz, pare el retroceso de los derechos humanos, sexuales y reproductivos, y todo tipo de discriminación dirigido a más de 5 millones de mujeres que viven en la República Dominicana.
Carolin Lizardo, de la Colectiva Mujer y Salud, organización convocante, expresó que la mitad de la población son ciudadanas que, con su trabajo, fuerza y cuerpo engrandecen y honran el país. Sin embargo, a pesar de esto la historia de las mujeres ni se reconoce ni se cuenta, y mucho menos se valora en su justa dimensión.
“Hace falta recordar que, antes de ser un país independiente, las mujeres en República Dominicana enfrentaron la más atroz de las opresiones: la esclavización; y que, desde los inicios de la Nación, son las más oprimidas y pobres”, dijo Lizardo.
En su intervención, recordó la persecución, las violaciones y asesinatos que vivieron las mujeres durante la dictadura de Trujillo, quienes, durante los 30 años fueron vistas como objetos, y sometidas a tratos crueles e inhumanos.
“Pensarán que de eso ha pasado mucho tiempo, que ya no somos la misma sociedad, que ahora vivimos en democracia, que somos libres, que hoy podemos trabajar, estudiar y desarrollarnos, pero no, aún no hemos llegado al lugar que queremos, el lugar de la igualdad y la dignidad”, expresó la vocera del movimiento.
Vanessa Rodríguez de Confederación de Nacional de Mujeres del Campo (CONAMUCA) destacó que a pesar de que la modernización y la tecnología es fundamental en la vida de las mujeres en el siglo XXI, el espacio digital se ha convertido también en un terreno de disputa para reconocer nuestros derechos. Subrayó que el trabajo doméstico y las tareas de cuidado y trabajo no remunerado sigue siendo un obstáculo en el desarrollo económico y profesional de las mujeres.
Rodríguez y Lizardo indicaron que, en relación a sus demandas, el gobierno y el Congreso Nacional le han negado la vida, salud y dignidad a las mujeres manteniendo la penalización total del aborto y retrasando la aprobación de una ley integral contra la violencia, apropiada y con recursos suficientes para evitar las muertes de mujeres.
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