Con el 93% de los votos contados, el partido del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, tenía 122 escaños, muy lejos de los 176 que le darían la mayoría parlamentaria. Para lograrlos podría formar una coalición con el partido antiausteridad Unidas Podemos, que pese a recibir menos apoyo que hace tres años, tendría 42 representantes.
La entrada de Vox en el Parlamento redefinió el reparto de fuerzas en la derecha española. El conservador Partido Popular, que fue el más votado en 2016, sufrió una contundente pérdida de respaldos y pasa a apenas 65 representantes desde los 137 de la última legislatura. Detrás de él, con apenas ocho diputados menos, se sitúa la formación de centroderecha Ciudadanos, que con 57 parlamentarios es otra de las grandes beneficiadas de la jornada electoral.
Vox, que hasta hace unos meses era una formación residual en el panorama político español, entra con fuerza en el Parlamento. La extrema derecha tendrá 24 representantes por primera vez desde la década de 1980.
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