REPÚBLICA DOMINICANA.-Un día como hoy hace 37 años, en 1982 en la noche se suicidó el presidente Antonio Guzmán Fernández, perpetrado en el baño de su despacho del Palacio Nacional, disparándose en la sien con un revólver calibre 38.
El hecho conmocionó a la sociedad dominicana, principalmente de los perredeistas que en ese entonces eran liderados por el doctor José Francisco Peña Gómez.La tragedia se produjo 43 días antes en que Guzmán Fernández, debería trasferir el poder a su compañero de partido, doctor Salvador Jorge Blanco, para el período 1982-1986.
Nunca hubo una conclusión de sus motivaciones, a pesar de que escritores, periodistas, allegados y políticos han ventilado diversas versiones al respecto.
En el libro “Memorias de un cortesano de la Era de Trujillo”, el presidente Joaquín Balaguer reveló que en enero de 1982, cuatro meses antes de las elecciones generales, se reunió “discretamente” con el entonces Jefe del Estado y su familia, en la Casa Presidencial de Sans Soucí, y que estando solos, entre otras cosas íntimas, el presidente Guzmán le expuso su preocupación por los posibles resultados de las elecciones del siguiente 16 de mayo, porque “le atormentaba sobre todo la posibilidad del triunfo en esa consulta electoral del doctor Salvador Jorge Blanco”.
No obstante, el periodista José Báez Guerrero, en el capítulo VI del libro “Guzmán, su vida, gobierno y suicidio”, pone en dudas esta versión del temor a Jorge Blanco y otras tantas opiniones que se han entretejido en torno a este suicidio, ocurrido la noche del 4 de julio de 1982.
Báez Guerrero sostiene que Guzmán actuó motivado por “una patología endógena que era propia a su idiosincrasia”, “exacerbada por las presiones que sentía al creer un fracaso su gestión como gobernante”.
Sin embargo, el periodista Carlos Cepeda, en su libro: “Los que mataron a Antonio Guzmán”, afirmó que el gobernante estaba decepcionado y que entró en una profunda depresión luego de que Jorge Blanco ganó las elecciones. “Estaba decepcionado por las traiciones y las lacras existentes en la política vernácula, entre otras cosas”, aseguró Cepeda.
Durante su gobierno (1978-1982), Guzmán fomentó el respeto a las libertades públicas, por lo que se le valora como el forjador de la democracia dominicana. En los dos primeros meses, promulgó la Ley de Amnistía, por la cual obtuvieron la libertad centenares de presos políticos y permitió el regreso de cientos de exiliados políticos del régimen balaguerista.
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