NUEVA YORK.- El jefe de detectives Dermot Shea asumió este domingo el puesto de Comisionado del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), en sustitución de James O’Neill.
Se indicó que los retos son muchos para Shea -más allá del día a día en una ciudad violenta-, incluyendo una inusitada crisis de salud mental con récord de policías suicidas en 2019 y tensiones entre la comunidad y los agentes, bajo las políticas del alcalde Bill de Blasio.
Desde el anuncio de su designación, Shea enfrentó críticas, lo cual no es inusual en estos casos.Para Tina Luongo, de la Legal Aid Society, una vez más De Blasio no ha consultado a la comunidad sobre una decisión que afecta la vida de millones de neoyorquinos.
Shea, hijo de inmigrantes irlandeses y nativo de Queens (NYC), es percibido como alguien que continuará las líneas trazadas por su predecesor.
Loyda Colón, portavoz de Comunidades Unidas para la Reforma Policial (CPR) criticó el legado del comisionado O’Neill, a quien atribuyó radicalizar el modelo de vigilancia “broken windows” y expandir el secreto policial al negarse a divulgar los nombres de los oficiales implicados en muerte y palizas contra civiles. Añadió que con el nombramiento de Shea, se advierte que la alcaldía no tiene la menor intención de hacer cambios en NYPD.
En eso coincide el presidente del Comité de Seguridad Pública del Concejo, Donovan Richards. “El nombramiento de Dermot Shea lo veo como una oportunidad perdida para poner a una persona de color en ese cargo. En eso estamos de acuerdo con otros concejales, no creo que impulse una reforma real dentro del NYPD”.
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