LA REDACCIÓN
Estamos en desacuerdo con la implementación de campañas ¨sucias¨ o negativas durante los procesos electorales, sino sean basadas en propuestas programáticas.Denotar candidatos o candidatas es arriesgado y peligroso, podría revertirse , además generar violencia perturbadora del clima de concordia que debería previo ,durante y después de cada proceso electoral.
El votante debería exigir a los aspirantes a posiciones de elección popular, dar a conocer sus ofertas, basadas en programas de gestión en beneficio de las poblaciones por las que son proponentes.
En lo relativo a la actividad clientelar, entiendo que en la actualidad es difícil evitar, pero por lo menos controlar , principalmente en lo que tiene que ver con la compra de cédulas,votos y otros mecanismos de manipulación, en lo que la Junta Central Electoral y los observadores nacionales y extranjeros que participarán en la fiscalización de los próximos procesos comiciales, deben poner atención.
Abogados que las próximas elecciones municipales del 16 de febrero, al igual que las presidenciales y congresuales de mayo de este año, sean libres y transparentes y que sus resultados sean acatados.
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