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Estudio del OPD-Funglode vislumbra que el coronavirus aumentaría las inequidades sociales

SANTO DOMINGO.- Un estudio del Observatorio Político Dominicano (OPD) pronostica que la pandemia del coronavirus produciría en las personas una situación de desesperanza, de incertidumbre y de no saber que depara el futuro, lo que produciría un aumento de las afecciones psicológicas a causa del estrés y la situación económica de la población más vulnerable.

La investigación de la entidad adscrita a la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) explica que el COVID-19 ha irrumpido en el tejido social desvinculando físicamente a los seres humanos y rompiendo la interacción personal lo que implicaría en los grupos familiares, amicales y asociaciones cambios en el comportamiento humano que influirían en las emociones.

La autora del informe que se refiere a las implicaciones psicosociales que tendrá el COVID-19 en República Dominicana, Dilenia Medina, indica que es una necesidad urgente trabajar para un reencuentro y así recuperar ese tejido social que es el apoyo de las personas en este momento de crisis que presenta un escenario en el cual se vislumbra un mañana incierto agravado por la inseguridad y el incremento de las desigualdades sociales.

Medina, quien es coordinadora de la Unidad de Sociedad Civil del OPD-Funglode, agrega que el coronavirus incidirá en el sector educación con la interrupción de la docencia que provocará efectos significativos en los más vulnerables, profundizando las diferencias sociales y ampliando la brecha.

Esto porque el acceso a los recursos es limitado para los más pobres. Específicamente, los alumnos no disponen del recurso necesario para seguir las clases por internet a causa de la insuficiencia de las infraestructuras tecnológicas para su realización”, plantea la investigación.

Implicaciones en el sector salud

Uno de los cambios debe ocurrir en el sector salud el cual no estaba preparado para enfrentar la emergencia de la situación. Además, implicará trasformaciones en la organización económica, igualmente, en los aspectos culturales y en el comportamiento emocional de los seres humanos, sugiere el estudio.

Añade que el llamado a la responsabilidad de la ciudadanía a causa de la crisis del coronavirus es una de las posibilidades de contener la diseminación del virus y depende exclusivamente de los comportamientos sociales individuales.

Sin embargo, aclara que hay una contradicción social subyacente: si se extienden las medidas de encierro disminuyen los riesgos de aumento de los infectados, pero se elevan las depauperadas condiciones socioeconómicas de los más vulnerables que son los pobres poniendo en riesgo la estabilidad político social del país.

“De disminuirse y liberalizar las medidas sanitarias podrá haber más dinamismo en la economía de la población, pero con el riesgo de aumentar los índices de contaminación y muerte que de seguro desfavorecerán prioritariamente a esa misma población”, estimó.

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