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La Naturaleza mártir de omisión de la Guerra

Por Araceli Aguilar Salgado 

 


“Hay suficientes recursos para satisfacer las necesidades de todos los hombres, pero no su codicia”. Gandhi 

Existen convenciones internacionales que gobiernan el uso de las armas nucleares, químicas y biológicas, pero cada día surgen nuevas tecnologías y armamentos con efectos sobre el medio ambiente que desconocemos, al igual que en el pasado se establecieron regulaciones internacionales sobre el impacto de las guerras en los civiles y los prisioneros de guerra, actualmente se hace necesario que las guerras y conflictos armados tengan normas medioambientales. 


Dentro del caos que produce una guerra, las afecciones al medio ambiente pueden parecernos algo de menor importancia, pero si nos paramos a reflexionar al respecto, encontraremos impactos de gran calado y con horizontes temporales que sobrepasan en muchos casos la duración del conflicto. 

Por lo que es común que en terrenos devastados por la guerra encontremos contaminación por derrames de aceites y combustibles, residuos químicos y escombros producidos por los bombardeos, saqueos de los recursos naturales, impactos negativos sobre las aguas o la biodiversidad producidos por los movimientos masivos de población.  

Y lo peor en muchos casos, de estas afecciones a los valores ambientales del territorio afectado, es que continuarán durante años aun cuando el conflicto haya terminado, lo que en muchos casos una losa importante sobre la población que luchará por reconstruir su futuro a través de la posiblemente perdida soberanía alimentaria, salubridad de las aguas, biodiversidad etc. 

Como se podrá ver la humanidad siempre ha contado sus víctimas de guerra en términos de muertos y heridos, de ciudades destruidas, de medios de vida arruinados, no obstante, el medio ambiente ha sido con frecuencia la víctima olvidada, pozos de agua contaminados, cultivos quemados, bosques talados, suelos envenenados y animales sacrificados, todo se ha dado por válido para obtener una ventaja militar 

Además, como señala el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), al menos el 40% de los conflictos internos registrados en los últimos 60 años han tenido relación con la explotación de los recursos naturales, tanto por su gran valor, como la madera, los diamantes, el oro, los minerales o el petróleo, como por su escasez, como la tierra fértil y el agua.  

El riesgo de recaída de este tipo de conflicto por los recursos naturales se duplica con respeto a otros casos, para las Naciones Unidas es primordial garantizar la preservación del medio ambiente igual manera forme parte de sus estrategias para la prevención de conflictos el mantenimiento de la paz y su consolidación. 

Se deben hacer todos los esfuerzos necesarios para limitar la destrucción ambiental causada por estos, el respeto al Medio Ambiente es esencial para nuestro futuro tanto en tiempos de paz como en los conflictos armados.  

Es un deber de cada persona, organización y gobierno preservar los recursos naturales para las generaciones venideras, esta debe ser la única guerra en la que debemos luchas a diario y por ello celebramos el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados 

Por lo que, en el año 2001, consciente de que el medio ambiente a menudo ha sido la víctima olvidada de la guerra, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 6 de noviembre como el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados. 

El 27 de mayo de 2016, la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente adoptó una resolución que reconocía el papel de los ecosistemas saludables y de los recursos gestionados de forma sostenible en la reducción del riesgo de conflicto armado, y reafirmó su firme compromiso con la plena implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

Les presentamos algunos recordatorios históricos y contemporáneos y hacer conciencia del por qué necesitamos proteger la biodiversidad de los efectos directos e indirectos de las guerras y los conflictos armados: 

1. Agente naranja: Durante casi una década, entre 1961 y 1971, durante la guerra de Vietnam, el ejército de Estados Unidos roció millones de litros de una gama de herbicidas y defoliantes en vastas franjas del sur de Vietnam. El más difundido de los químicos fue el Agente Naranja y fue parte de una destrucción deliberada de bosques para privar a las guerrillas del Viet Cong de la cubierta que les permitió lanzar ataques contra las fuerzas estadounidenses. 

2. Guerras civiles congoleñas: Desde mediados de la década de 1990, una serie de sangrientos conflictos armados en la República Democrática del Congo han tenido un efecto devastador en las poblaciones de vida silvestre que han servido como suministro de carne para los combatientes, los civiles que luchan por la supervivencia o comerciantes.

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