Para la ingeniera Lucia Cedeño, El proyecto se encuentra en la etapa de planificación, se están haciendo las consultas públicas, continuará con la etapa de planificación conjuntamente con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), luego vendrá la etapa de negociación con dicha entidad, luego la publicación y la aprobación correspondiente por parte del Congreso Nacional, estos son prerrequisitos para obtener la aprobación del primer desembolso para iniciar la ejecución del proyecto de rehabilitación y ampliación.
Manzanillo, Montecristi.- A pesar de las expectativas creadas con la visita del Presidente Luis Abinader, hace aproximadamente 5 meses al Puerto de Manzanillo, no será hasta finales del segundo semestre del año 2022 o principio del año 2023, cuando se tiene previsto el inicio de la rehabilitación y Ampliación del Puerto de Manzanillo y las vías de conectividad.
La información fue brindada el pasado viernes, por la ingeniera Lucia Cedeño, de la unidad ejecutora de Proyecto del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), en un panel de consulta pública virtual sobre el proyecto, el cual sería financiado con recursos externos.
En dicho panel participaron, además, el Ingeniero Cristian Borrero Rodríguez, quien es director de la Unidad Ejecutora del mencionado Proyecto, Ing. Bienvenido Reyes, Encargado del Departamento de Muelles y Puertos, Ing. Mario Rivera, Supervisor de Obras del Departamento del Muelles y Puertos, Eva González, de la firma de consultores ambientales PSA y la Arquitecta Yilda Peña, especialista ambiental de la Unidad Ejecutora del proyecto y de la firma Paredes consultores ambientales.
La llamada “consulta pública virtual” que fue convocada de un día para otro a través de la red social Twitter, es un prerrequisito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para negociar el financiamiento de $100 millones de dólares para la ejecución del proyecto de rehabilitación y ampliación, además de las vías de conectividad al puerto.
A pesar de que el objetivo del panel virtual era para «Informar a las comunidades de las características del proyecto, los impactos previstos y los beneficios a aportar, recopilar todos los puntos de vista, propuestas de alternativas, auto precepción de los impactos y posibles quejas o descontentos», sin embargo, bajo ese mecanismo de convocatoria fue casi nula la presencia de los actores sociales e institucionales del Municipio Pepillo Salcedo, zona donde se desarrollará el proyecto.
Sin obviar esas condiciones, la ingeniera Lucia Cedeño destacó que, por el estudio de impacto ambiental y social, el proyecto ha sido categorizado por el BID como un proyecto tipo A. Eso implica que está categorizado como un proyecto que puede resultar en riesgos e impactos ambientales significativos, incluso en áreas protegidas; y debido a esa situación se requieren realizar dos rondas de consultas públicas con las partes afectadas e interesadas del proyecto.
Así mismo, la arquitecta Yilda Peña, especialista ambiental de la Unidad Ejecutora presentó la descripción del proyecto, destacando los estudios de alternativas de diseño, donde se tomaron en consideración criterios socioambientales como: dragado, alteración de la dinámica costera, alteración en arrecifes de corales, impacto en la actividad pesquera e impacto en el paisaje.
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