Pero el futuro de la región dependerá en buena medida de las reformas emprendidas por los gobiernos para paliar la emergencia, advierte el organismo.
Con solo el 8% de la población mundial, América Latina y el Caribe concentra alrededor del 25% del total de muertes por coronavirus (733.000).
Tras la histórica caída de 7,4% del Producto Interno Bruto regional registrado el año pasado, el BID proyecta un crecimiento de la economía de 4,1% para 2021, seguido de 2,5% en los años siguientes, de acuerdo con "la capacidad para vacunar" de los países y siempre que no se impongan nuevas restricciones que "tendrían un impacto adicional en la actividad económica".
En caso contrario, vislumbra un escenario negativo -basado en un crecimiento menor de la economía en Estados Unidos y Europa, la aparición de nuevos brotes del virus y un despliegue lento de la inmunización- que "ralentizaría el crecimiento a solamente el 0,8% en 2021", -1,1% en 2022 y 1,8% en 2023.
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