728x90


Capitán dominicana, el Gran Santo Domingo permanecen en calma este sábado santo


REPÚBLICA DOMINICANA.-La capital dominicana, el Gran Santo Domingo y otras grandes ciudades del país  permanecen en calmas este sábado santo, mientras muchos de sus habitantes permanecen en pueblos de otras provincias , pasando el asueto junto a familiares y otros relacionados.

Las avenidas, calles, autopistas y carreteras permanecen poco transitadas, mientras muchos de los establecimientos comerciales, centros laborales, tanto públicos como privados , están cerrados.También esta mañana era reducido el desplazamiento de transeúntes, de acuerdo a reporteros que por la vía virtual suministró varios colaboradores de este medio informativo.

No obstante, por segundo año consecutivos, como consecuencia de las medidas restrictivas para evitar la propagación de la pandemia, quienes optaron por quedarse en estos centros urbanos durante Semana Santa, están impedidos de disfrutar de algunos mecanismos de recreación y esparcimiento, como es la de piscinas móviles en frente y patios de sus viviendas, así como las aglomeraciones, entre otras. 

Las piscinas, poncheras gigantes con agua, reuniones familiares y uno que otro alboroto en las aceras y esquinas de la ciudad, imperaban en años anteriores para estas mismas festividades católicas. Sin embargo, desde el año pasado se han vivido dos Semanas Santas muy atípicas ante la aparación del Covid-19.

La recoleta para comprar piscinas inflables a los niños e instalarlas en las aceras o en calles del barrio se desvaneció por la incidencia del coronavirus impidiendo el “junte de personas” para evitar la propagación de la enfermedad, que ha provocado más de 3 mil 300 muertes hasta la fecha.

En algunos negocios hay enganchados los salvavidas y piscinas inflables que en tiempos atrás estarían en las aceras rebosados de agua con niños brincando dentro. Ahora están de ventas pero sin muchos compradores.

No obstante, hay excepciones. Curiosos en busca de estas costumbres un equipo de Listín Diario realizó un recorrido por los principales barrios de la ciudad y solo “alcanzó a ver” una casa humilde armar una piscina para una cantidad de niños que no era mayor a cinco.

Para poder llenarla compraron agua y justo en ese momento llegó el camión que habían llamado por el servicio. El mismo se estacionaba de reversa mientras uno de los hombres que prestaba asistencia se ubicaba del lado donde reposa la manguera para proceder a desmontarla cuando el camión terminará de ubicarse.

El periódico Listín Diario, en una publicación de la fecha, relata parte del transucrrir este sábado santo, en la capital dominicana.

La pequeña alberca era del color azul característico que las representa. Estaba ubicada frente a unas jardineras que adornaban la galería de la casa amarrilla con verjas desgastadas.

Los agraciados niños rodeaban la piscina inquietos en espera de poder sumergirse en ella como pez en el agua. Una señora los observaba para que no entraran hasta que esté  finalmente preparada. Ganas no les faltaban a los niños de entrar a destiempo aunque no tuviese agua. Su algarabía lo denotaba.

El silencio en las calles estaba impregnado por todos los alrededores de las casas donde no se veía mucho movimiento de personas.

Publicar un comentario

0 Comentarios