Se recuerda que Doña Engracia, como era llamada cariñosamente, participó en la fundación del Grupo Popular y trabajó en este por más de cincuenta años. Fue la primera mujer miembro de su Consejo de Administración, labor que ejerció por cerca de una década, así como de varias de sus filiales.
En 1976 fungió como gerente general de la filial Finempresa, ocupando luego otras posiciones directivas y llegando a desempeñar el cargo de auditora general y comisaria de Cuentas.
En el terreno de la banca comercial desempeñó una labor fundamental en la transición de los servicios financieros de la Asociación para el Desarrollo de la Mujer (Adompem) desde un régimen asociativo hasta la oferta de financiamiento a través de una institución propiamente bancaria (Banco Adopem), lo que confería acceso a mayores fondos para el desarrollo financiero de las personas en condición socieconómica vulnerable.
Trayectoria profesional
En adición a sus contribuciones en el ámbito financiero, se destaca de doña Engracia sus servicios en temas de ciudadanía y educación. En 1996 y 1998 fungió como miembro de la Junta del Distrito de la Junta Central Electoral.
En términos educativos, ocupó la presidencia del Consejo de Administración del Instituto Cultural Domínico Americano, puesto que desarrolló por dos periodos consecutivos, permaneciendo luego como vocal por varios años más. Se involucró de manera activa y desinteresada en la mejor administración del colegio donde estudiaron sus hijos.
Colaboró con el Consejo de Regentes del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y de la Universidad APEC.
En tanto, su biografía fue recogida en el libro “Las cuentas claras: trayectoria de Engrancia Franjul de Abate”, de la autoría de la escritora Jeanne Marion-Landais, y presentado en la Torre Popular en 2018.
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