El desplazarse por calle y avenidas de estas demarcaciones, principalmente en las llamadas ¨horas-pcio¨, representa un viacrucis para los ciudadanos, en especial para la clase trabajadora y estudiantes.
Además del problema emocional que causa el ¨embotellamiento ¨en el tránsito, se traduce en pérdida económica para los automovilistas, debido al aumento adicional en el consumo de combustibles.
Para tratar de aminorar esos inconvenientes, muchos ciudadanos se han vistos precisados a variar su estilo de vida, optando por salir más temprano de sus hogares, para reducir gastos , economizarse trastornos emocionales y llegar a tiempo a sus centros laborales, de estudios y otros destinos.
El horario de mayores dificultades para transitar por la capital dominicana y los municipios de la provincia Santo Domingo son ¨de siete de la mañana a nueve de la mañana, así como de 3 a siete de la noche, aunque últimamente , en ocasión del período navideño, los tapones son prácticamente a cualquier hora del día y la noche.
Los enormes tapones que en ocasiones son kilométricos, son notorios en las principales entradas al Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo, con el desplazamiento de grandes cantidades de vehículos por las autopistas Duarte, Las Américas. Sánchez y Mella, procedentes de distintas regiones del país, así como de poblaciones adyacentes concentradas en municipios Santo Domingo Este, Norte, Oeste, Los Alcarrizos y Pedro Brand.
Muchos ciudadanos, automovilistas y otros ciudadanos cuestionan el mecanismo utilizado por los agentes de la Digesett , para regular el tránsito en distintas intersecciones de la ciudad.
Consideran inaceptable y torpeza que esos agentes reemplacen los sistemas de semáforos en funcionamiento para regular el tránsito de forma manual, porque contribuyen a empeorar la obstrucción en el tránsito.
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