Mi observatorio:
POR LUIS D. SANTAMARIA
(El autor es periodista. Reside en Monte Plata)
El Poder Ejecutivo ha hecho bien en retirar del Congreso Nacional el controversial proyecto de ley que incentivarĆa el Ć©xodo masivo de inmigrantes, principalmente haitianos hacia nuestro paĆs, lo que pondrĆa en juego nuestra nacionalidad.
La iniciativa legislativa del Poder Ejecutivo que buscarĆa penalizar con una contribución especial obligatoria de sus ingresos a la población dominicana para atender, asistir y proteger a las vĆctimas de trĆ”fico ilĆcito de migrantes ha encontrado la oposición de la mayorĆa de los dominicanos.
Esta oposición contó con el respaldo del Instituto Duartiano que estimó la pieza como injerencista y reclamó del Poder Ejecutivo dejar sin efecto su iniciativa enviada al Congreso Nacional a través del Senado para su posible aprobación.
El proyecto de ley en cuestión sobre la protección de personas vĆctimas o sobrevivientes de trata de personas y trĆ”fico ilĆcito de personas ha sido calificado de contrario al interĆ©s de la RepĆŗblica Dominicana, por lo que debĆa ser retirado del Congreso.
Wilson Gómez RamĆrez, presidente de la entidad, ha dicho que la pieza, que en cuestión entraƱa un serio atentado contra la integridad territorial de la RepĆŗblica Dominicana, un ataque a su soberanĆa y un nuevo incentivo en la polĆtica de asentamiento masivo de haitianos.
Todo esto alcanza mayores ribetes de gravedad en momentos en los cuales se cierne una incontrovertible amenaza contra nuestro paĆs determinada por la gravĆsima crisis que vive HaitĆ y la inexplicable indiferencia que ante la problemĆ”tica ha asumido la comunidad internacional.
De haber sido aprobada la pieza legislativa obligarĆa a los dominicanos a la manutención de las vĆctimas de trata y objeto de trĆ”fico ilĆcito de migrantes en RepĆŗblica Dominicana recaerĆa sobre la ciudadanĆa, segĆŗn establece el retirado proyecto de ley.
La pieza legislativa establece que persona jurĆdica o entidad deberĆ”n pagar una Contribución Especial obligatoria en base a sus ingresos, para la atención, asistencia y protección a las personas identificadas como vĆctimas de trĆ”fico ilĆcito de migrantes».
Las personas jurĆdicas o entidades con ingresos de cero pesos hasta un millón de pesos aportarĆan 150 pesos, mientras que quienes tengan ingresos de un millón de pesos hasta ocho millones aportarĆ”n 450 pesos.
Personas o entidades con ingresos entre ocho millones y 20 millones de pesos aportarƔn 1,500 pesos; las que tengan ingresos de 20 millones hasta 50 millones aportarƔn 9,000 pesos, las que tengan ingresos de 50 millones hasta 100 millones de pesos aportarƔn 27 mil pesos y las que tengan ingresos superiores a 100 millones aportarƔn 78 mil pesos.
Los montos serĆ”n indexados anualmente, segĆŗn el Ćndice de precios al consumidor (IPC) publicado por el Banco Central, o lo que es lo mismo, los niveles de inflación.
La legislación advierte que la contribución establecida es de carĆ”cter obligatorio para toda la persona jurĆdica e institución pĆŗblica o privada domiciliada en el territorio dominicano, amparada en cualquier rĆ©gimen fiscal, independientemente de que perciban o no beneficios.
La contribución podrĆ” ser deducida de la renta bruta de las personas jurĆdicas, de conformidad con lo establecido en el artĆculo 287 del Código Tributario.
Descartar cualquier proyecto que involucre a RD.
Hay que descartar cualquier proyecto que involucre directamente a la RepĆŗblica Dominicana en la bĆŗsqueda de solución al problema de HaitĆ porque eso es una obligación de la comunidad internacional, principalmente los paĆses ricos.
No nos tiren encima por favor ese muerto tan pesado que es Haità porque no podemos seguir con esa carga solos mientras la comunidad internacional se hace de la vista gorda y se queda de brazos cruzados mientras República Dominicana no puede hacer mÔs de lo que ha hecho por la vecina nación.
La comunidad internacional debe asumir su rol y ponerse al frente en la búsqueda de soluciones a corto plazo de la caótica situación que se vive en Haità donde delincuentes organizados y fuertemente armados hace de esa nación un lugar invivible.
EstĆ” bueno ya de que a RepĆŗblica Dominicana se quiera culpar o responsabilizar de la situación haitiana, mientras la comunidad internacional principalmente los paĆses ricos no hacen absolutamente nada por resolver la situación de esa nación.
La estabilidad de HaitĆ sigue siendo una responsabilidad ineludible de las naciones ricas, principalmente Estados Unidos, CanadĆ” y Francia que se han hecho de la vista gorda y han querido sacarle el cuerpo a la engorrosa situación del simulacro de paĆs.
Simulacro de paĆs si porque no se puede llamar de otra forma al desorden generalizado que se vive en ese en ese lugar donde la vida humana vale menos que “pedo de chivo” ante las acciones vandĆ”licas de delincuentes organizados.
Ya estĆ” bueno de que sigan cogiendo a RepĆŗblica Dominicana de pendeja tirĆ”ndole encima ese muerto tan pesado mientras las naciones poderosas se hacen las desentendidas y ven como el peligro e inestabilidad de HaitĆ se aguza cada dĆa mĆ”s.
Cómo es posible que se haya permitido que los delincuentes organizados se hayan apoderado de HaitĆ ante la vista indiferente de las naciones ricas que ven morir a miles de haitianos vĆctimas de las acciones beligerantes de la delincuencia.
Se ha hablado de la conformación de una fuerza de paz internacional que se encargue de poner fin a las bandas de delincuentes armados que intranquilizan a Haità y hacen de esa nación invivible teniendo sus habitantes que buscar la forma de cómo salir de ahà en busca de paz y tranquilidad.
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