60 años de la revuelta bélica de abril

 


Mi observatorio:

POR LUIS D. SANTAMARIA

(El autor es periodista. Reside en Monte Plata).

Los 60 años de la revuelta bélica de abril de 1965, un hecho que marcó un antes y un después en la historia contemporánea de la República Dominicana donde hombres y mujeres de toda clase social se unieron para impedir que tropas invasoras hicieran lo que le viniera en gana en la nación cuna de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón.

Esos 60 años son muchos tiempo y todavía seguimos esperando una revolución social donde la mayoría de los dominicanos podamos tener resueltas nuestra necesidades que nos permita vivir con dignidad como seres humanos.

Recuerdo como ahora cuando inició esa epopeya histórica que yo apena tenía 8 años de edad y mi padre, que en Dios descanse Rafael Santamaría, dirigente del Partido Revolucionario Dominicano se lanzó a las calles a celebrar con la consignas “voló el pato Donald” refiriéndose a Donald Read Cabral que era la cabeza del triunvirato.

De ahí en adelante se desató en la mayoría de los pueblos y ciudades, próximas a la base aérea de San Isidro una represión horrible en contra de los hombres y mujeres que respaldaban la revuelta bélica. Eso fue horrible.

Mi padre tuvo que emigrar a la zona constitucionalista es incorporarse al comando de Monte Plata que estaba ubicado en la fortaleza Ozama,es decir en la boca del lobo y así evitar el asedio a que había objeto.

Primero fue apresado junto a una gran cantidad de jóvenes monteplateños que por su condición de dirigentes del PRD eran considerados enemigos los anti dominicanos que lidereaban la contra revolución y querían deshacerse a como diera lugar de ellos.

El caso es que ese grupo de hombres serios y respetables de Monte Plata fueron llevados presos en un camión de volteo a la Base Aérea de San Isidro y ahí es que surge la figura del Padre Arturo que se pone al frente las mujeres esposas de los detenidos en busca de su libertad.

Mi madre, Felicita Santana, junta a Getrudis Arroyo de Peña que Dios la tenga en la gloria no escatimó esfuerzo para acompañar al Padre Arturo en la búsqueda donde fueron llevados los apresados injustamente.

Los que si puedo decir es que ese acontecimiento que representó una firme resistencia cívico-militar y popular contra el derrocamiento del gobierno democrático encabezado por el profesor Juan Bosch y la Constitución de 1963.

No puedo olvidar los sin sabores que pase siendo apena un niños a causa de la persecución de que fue víctima mi padre que por su condición de dirigente del PRD era considerado enemigo de los criminales defensores de la anti dominicanidad.

El valor y heroísmo del pueblo dominicano y de los soldados constitucionalistas, cuyos nombres resuenan en la historia con dignidad y valentía, destacando figuras como los coroneles Francisco Alberto Caamaño Deñó, Rafael Tomás Fernández Domínguez, Manuel Ramón Montes Arache, entre otros.

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