Recordó el también gremialista, que la extracción de agregados para la construcción, de ese río , data de hace muchos años, por ¨criminales ecológicos¨, a la vista de todos sin que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (morena), inicie procesos para establecer sanciones administrativas a esos depredadores menores y las granceras que que destruyen el cauce del citado afluente.
El ingeniero Tejada considera preocupante que en caricatura publicada por el periódico El Día ¨El Carrusel de la Vida¨, por el genial humonista gráfico Cristian Hernández, de fecha , martes 2 de mayo del año 2023 en curso, muestra la gravedad de la degración del río Nizao.
El profesional de la ingeniería recordó que el anterior ministro de Medio Ambiente, fenecido doctor Orlando Jorge Mera, anunció a principio de marzo del 2021, el inicio del proceso que tenía como objetivo la intervención de ese río, para restablecer
el cauce en la zona baja, y que estos trabajos tendrían una duración de dos años. ¨No obstante, esas acciones estaban contenidas apegadas a las resoluciones 0009/2021 y 00010/21, la destrucción de su cauce continúa por la extracción inscriminada de materiales¨, añadió Tejada.
Sostuvo que esta desidia del Ministerio de Medio Ambiente, de no enfrentar de manera drástica esta práctica de estas granceras, es lo que trae como consecuencia cada vez que, caen las lluvias torrenciales, se produzcan desbordamientos del rio, con crecidas desproporcionadas, las cuales producen inundaciones, arrastrando viviendas, daños en la agricultura y la ganadería.
El río Nizao nace en la Cordillera Central a una altura de 2,560 metros sobre el nivel del mar con una longitud de 118 kilómetros, con un recorriendo 25 kilómetros hasta la Estrechura con una cota de 720 metros, 58 kilómetros hasta Palo de Caja con cota de 437 metros, y 83 kilómetros hasta El Ermitaño con cota de 135 metros finalmente hasta su desembocadura en el Mar Caribe. El área de la cuenca es de unos 974 kilómetros cuadrados.
¨Este importante río tiene cuatro presas a lo largo de su recorrido, las dos primeras, Valdesia y su contra-embalse Las Barias, inauguradas ambas en 1975. Posteriormente se construyeron dos presas más aguas arriba de Valdesia, las cuales son Jigüey y Aguacate, refirió el profesional de la ingeniería.
Resaltó asimismo, que la Presa de Valdesia, es sumamente importante para el suministro de agua de Santo Domingo, posee una obra de toma a través del propio muro de hormigón, para alimentar el acueducto Nizao – Valdesia que abastece la capital, con un aporte de 7 m3 por segundo, de los cuales 1 m3/ segundo se deriva hacia el acueducto de San Cristóbal, en su paso por esta ciudad.
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