
La Iglesia Nuestra SeƱora del Amparo, ubicada en la Base Naval 27 de Febrero, se convirtió en escenario de recogimiento y esperanza, donde se ofició una emotiva eucaristĆa y se guardó un minuto de silencio en memoria de las vĆctimas de la tragedia ocurrida en el centro de entretenimiento Jet Set. Desde su nacimiento, el 27 de febrero de 1844, la Armada de RepĆŗblica Dominicana ha sido firme centinela de nuestras costas, baluarte de la soberanĆa nacional y protagonista de las pĆ”ginas mĆ”s honrosas de nuestra historia naval.
El teniente general FernĆ”ndez Onofre, ERD, acompaƱado por el comandante general de la Armada, vicealmirante RodrĆguez, ARD, este Ćŗltimo tuvieron acompaƱado y su esposa, Rosa Amelia SĆ”nchez.
Asistieron tambiĆ©n miembros del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, el director general de la PolicĆa Nacional, el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), miembros del Estado Mayor Coordinador Naval, autoridades civiles y policiales, representantes del cuerpo diplomĆ”tico acreditado en el paĆs e invitados especiales.
Durante su homilĆa, el obispo castrense de la RepĆŗblica Dominicana, monseƱor Francisco Osoria Acosta, exaltó el legado de sacrificio, lealtad y vocación de servicio de los marinos dominicanos, al tiempo que resaltó la providencial coincidencia de esta celebración con la Semana Santa, tiempo de recogimiento espiritual que rememora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, sĆmbolo supremo de entrega redentora.
Al concluir la solemne eucaristĆa, frente al «Monumento a los Marinos caĆdos en cumplimiento del deber», se llevó a cabo el encendido de la «lĆ”mpara votiva», acto profundamente simbólico y colmado de gratitud, que rinde tributo imperecedero a los hĆ©roes navales que ofrendaron su vida por la Patria, por el honor naval y por la defensa .del azul inmenso que resguarda la soberanĆa nacional. Cada llama encendida, al pie de este sagrado monumento, representa el espĆritu inmortal de quienes surcaron nuestros mares con valentĆa y lealtad, recordĆ”ndonos que su legado perdura en cada misión cumplida, en cada juramento renovado y en cada nueva generación de marinos que abraza con orgullo el sagrado deber de servir a la Nación.
La Armada de RepĆŗblica
Dominicana reafirma asĆ su indeclinable compromiso con la defensa de la
soberanĆa, la protección del territorio marĆtimo y la preservación de la
memoria histórica de quienes hicieron del deber su destino.
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