
NUEVA YORK._Autoridades sanitarias advierten sobre el uso en esta urbe de “Tres Pasitos” es un potente raticida granulado usado por años en la República Dominicana para exterminar las ratas.
Los roedores comen el veneno, dan tres pasos y caen muertos. Se le considera uno de los venenos más eficaces para eliminar a los fastidiosos cuadrúpedos. Pero también el denominado “Tres Pasitos” se ha convertido en emblema del suicidio de cientos de dominicanos y dominicanas que ingieren el tóxico cuando recurren al supremo recurso de quitarse las vidas, por las razones que sean.
El veneno ha llegado al barrio dominicano de Washington Heights y desde el 2005, según autoridades de salud, se han recibido más de 100 informes sobre envenenamiento relacionado con el producto.
Su venta ilegal de este, está alarmando a las autoridades que advierten sobre el peligro que representa sobre todo en su uso doméstico o mantenerlo en los apartamentos y casas al alcance de cualquiera, especialmente de niños.
Se fabrica en la República Dominicana, se importa y se vende en el mercado negro de Nueva York en envases sin etiquetas o en pequeñas bolsas plásticas transparentes de las usadas por los narcotraficantes para embasar cocaÃna en sus diferentes variantes.
“Tres Pasitos, no está registrado, no tiene control y no existe ningún antÃdoto que pueda revertir su efecto mortÃfero”, dijo Andy Linares, encargado del Centro de Control de Plagas “Bug Off” que tiene sede en el Alto Manhattan.
El raticida dominicano tiene una concentración de quÃmicos tóxicos 61 veces mayor que las permitidas por la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FAD) que dijo que “Tres Pasitos” al igual que otros productos para matar ratas, cucarachas, chinches y otras sabandijas que afectan desde hace algunos años a la ciudad, es frecuente en los barrios de inmigrantes.
Otros productos similares son el “Tempo” y la “Tiza China”. Aunque no hubo muertes entre quienes se envenenaron con “Tres Pasitos”, el 40% tuvo que ser tratado en emergencias de hospitales locales, añadieron las autoridades.
Uno de los factores para que los inmigrantes accedan al mercado negro son los precios más bajos y la barrera del idioma. Investigadores de salud no pudieron encontrar “Tres Pasitos” en su forma original por lo que es difÃcil detectarlo. Portavoces de empresas exterminadoras dicen que esos venenos tienen estrecha relación con la cultura y tradición de los inmigrantes que prefieren importar sus marcas nacionales, antes que comprar productos hechos en Estados Unidos.
Funcionarios del gobierno federal han tratado por años, imponer medidas drásticas al comercio ilegal de “Tres Pasitos” que contiene “aldicarb” un insecticida altamente tóxico para los seres humanos y animales domésticos, pero a pesar de eso, la demanda sigue siendo alta.
Desde la década del noventa vendedores ambulantes en el Alto Manhattan, exhibÃan “Tres Pasitos”, “Tempo” y la “Tiza China” promoviendo esos productos en alta voz a transeúntes y compradores. Ofensivas de las autoridades en el sector han contribuido a impulsar más el mercado negro para esos productos.
Este reportero se presentó encubierto en una bodega del Alto Manhattan para pedirle al bodeguero que vendiera “Tres Pasitos”, pero el comerciante dominicano reaccionó como si se tratara de una droga ilegal. “De ninguna manera, aquà no vendemos eso, es ilegal y tienes que ir a las calles para conseguirlo”, fue su respuesta.
En el caso de las chinches, muchos inmigrantes al vivir en apartamentos sin patios y no querer botar sus muebles, rocÃan estos con alcohol y otros productos inflamables para matar el molestoso insecto.
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Se fabrica en la República Dominicana, se importa y se vende en el mercado negro de Nueva York en envases sin etiquetas o en pequeñas bolsas plásticas transparentes de las usadas por los narcotraficantes para embasar cocaÃna en sus diferentes variantes.
“Tres Pasitos, no está registrado, no tiene control y no existe ningún antÃdoto que pueda revertir su efecto mortÃfero”, dijo Andy Linares, encargado del Centro de Control de Plagas “Bug Off” que tiene sede en el Alto Manhattan.
El raticida dominicano tiene una concentración de quÃmicos tóxicos 61 veces mayor que las permitidas por la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FAD) que dijo que “Tres Pasitos” al igual que otros productos para matar ratas, cucarachas, chinches y otras sabandijas que afectan desde hace algunos años a la ciudad, es frecuente en los barrios de inmigrantes.
Otros productos similares son el “Tempo” y la “Tiza China”. Aunque no hubo muertes entre quienes se envenenaron con “Tres Pasitos”, el 40% tuvo que ser tratado en emergencias de hospitales locales, añadieron las autoridades.
Uno de los factores para que los inmigrantes accedan al mercado negro son los precios más bajos y la barrera del idioma. Investigadores de salud no pudieron encontrar “Tres Pasitos” en su forma original por lo que es difÃcil detectarlo. Portavoces de empresas exterminadoras dicen que esos venenos tienen estrecha relación con la cultura y tradición de los inmigrantes que prefieren importar sus marcas nacionales, antes que comprar productos hechos en Estados Unidos.
Funcionarios del gobierno federal han tratado por años, imponer medidas drásticas al comercio ilegal de “Tres Pasitos” que contiene “aldicarb” un insecticida altamente tóxico para los seres humanos y animales domésticos, pero a pesar de eso, la demanda sigue siendo alta.
Desde la década del noventa vendedores ambulantes en el Alto Manhattan, exhibÃan “Tres Pasitos”, “Tempo” y la “Tiza China” promoviendo esos productos en alta voz a transeúntes y compradores. Ofensivas de las autoridades en el sector han contribuido a impulsar más el mercado negro para esos productos.
Este reportero se presentó encubierto en una bodega del Alto Manhattan para pedirle al bodeguero que vendiera “Tres Pasitos”, pero el comerciante dominicano reaccionó como si se tratara de una droga ilegal. “De ninguna manera, aquà no vendemos eso, es ilegal y tienes que ir a las calles para conseguirlo”, fue su respuesta.
En el caso de las chinches, muchos inmigrantes al vivir en apartamentos sin patios y no querer botar sus muebles, rocÃan estos con alcohol y otros productos inflamables para matar el molestoso insecto.
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