
Según un reporte de prensa procedente de esa ciudad, los 217
abogados apoderados del caso de manera individual de unas 3,000
personas, que dicen ser sucesores de Andrés Trinidad Mejía, presunto
dueño de los terrenos, se dieron cita en la audiencia reclamando que
sean devueltos los terrenos de punta de Balanza, las Galeras, las
Terrenas y otras propiedades, que incluyen hoteles, proyectos
turísticos, y terrenos costeros.
Marcio Trinidad, vocero de la familia
Trinidad, aseguró que esos terrenos fueron comprados en 1806 por Andrés
Trinidad, quien es descendiente directo de la familia Trinidad de Moca.
“Los Trinidad, somos los descendientes
directos del propietario de esos terrenos turísticos de Samaná, por lo
que solicitamos a las autoridades, empresas y personas devolverlos o
comprarlos, comprometiéndonos a invertir en la zona para el desarrollo
de nuestra comunidad”, expuso el portavoz familiar.
Aunque el Estado asegura que los
terrenos le pertenecen, los sucesores de Trinidad Mejía dicen poseer un
documento que avala la compra del islote, de acuerdo a un acto
instrumentado por un capitán del ejército norteamericano. El mismo
especifica la adquisición de 1,200 varas en Punta Balanza, lugar que se
asegura corresponde a Cayo Levantado.
El proceso que se inició en el Tribunal
de Jurisdicción de Tierras de Primera Instancia de Samaná, en el 2010,
el cual se declaró incompetente por tratarse de una litis sobre terrenos
no registrados, continuó este lunes con el amplio expediente en el que
más de 3,000 herederos buscan ponerse de acuerdo ante jueza de la
Segunda Sala Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del
Distrito Judicial de la provincia Duarte, Valentina Marte, la cual
estudia el voluminoso expediente.
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