
Unas 100 personas resultaron heridas en el siniestro, que causó pánico y estampidas hacia el final de la procesión. Los funcionarios hablaron bajo la condición de anonimato por no estar autorizados a hacer declaraciones oficiales.
Cientos de miles de personas acuden a la ciudad santa, unos 80 kilómetros al sur de Bagdad, durante la festividad, una de las principales de la secta chií del islam.
El Ashoura recuerda la muerte del imán Hussein, nieto de Mahoma, a manos de una facción islámica rival en Karbala, en lo que hoy es Irak, en el año 680 después de Cristo.
Los chiíes consideran a Hussein y sus descendientes como los herederos legítimos del profeta. Se considera que la muerte de Hussein consolidó el cisma entre chiíes y suníes.
En años recientes, las procesiones de Ashoura han sufrido ataques de extremistas suníes, pero las de este año se desarrollaban en paz hasta que se derrumbó la pasarela.
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